1. Formar integralmente para asumir la transformación permanente del ser humano y su influencia en los cambios del contexto de acuerdo con los principios del humanismo cristiano.

  2. Formar de manera efectiva en la resolución de problemas desde una actitud dialógica con base en su saber específico y desde el reconocimiento del otro y del entorno.

  3. Analizar y proponer alternativas que den respuesta a problemáticas específicas, con base en el trabajo en equipo y en la construcción de estrategias de seguimiento que facilite orientar mejores acciones hacia el logro de las metas institucionales.

  4. Asumir la racionalidad argumentada como aquella que permite la interacción consigo mismo, con los otros y con lo otro, para construir la propia libertad y posibilitar la de los demás, en contextos formativos y educativos.

  5. Comprometerse con la formación y el aprendizaje permanente (Lifelong learning), en el horizonte de la autodeterminación, en el asumir la responsabilidad social como educador, en relación con el ámbito de desempeño profesional.

  6. Trabajar desde la relación todo-parte para visualizar oportunidades y dificultades en perspectiva, y tomar decisiones con base en los logros orientados al trabajo en equipo.

  7. Hacer uso de la imaginación y el pensamiento crítico para experimentar-producir obras auto-expresivas formativas y académicas de manera contextualizada, y crear así, conocimientos a partir de la investigación.

  8. Potenciar capacidades para actuar:
    • Formar para conocer y comprender.
    • Formar para encontrar soluciones eficaces a los problemas humanos.
    • Formar para actuar con sensibilidad y agudeza mental como ciudadano del mundo.
    • Formar para actuar como un participante inteligente, como profesional.